La terapia en un entorno de grupo puede tener muchos beneficios, ya que proporciona una red de apoyo y ofrece la oportunidad de conocer a otras personas que experimentan problemas similares, en este caso los derivados de sufrir Fibromialgia.
Se trabaja junto con el terapeuta y los otros miembros del grupo, a los que se anima a compartir sus experiencias y trabajar en una mayor comprensión de sí mismos. Durante las terapias grupales aparece la catarsis, es el poder llorar, pelear y enojarse. Dichas terapias permiten escuchar y hablar con libertad sobre la enfermedad y sus consecuencias.
La terapia de grupo normalmente implica un pequeño grupo de personas (entre 7 y 12 se considera la norma) y un terapeuta. Durante la primera sesión de terapia, los miembros del grupo pueden empezar por presentarse y compartir por qué están allí. Después de esto, el terapeuta puede animar a los miembros para discutir sus experiencias y progreso.
Las sesiones son confidenciales, como lo estarían en una sesión de terapia individual, cuando alguien se compromete a asistir a una Terapia de Grupo, además, se le pide que se comprometa a asistir a un cierto número de sesiones. Los participantes que no deseen hablar, no tienen que hacerlo. Algunas personas pasan semanas sentados y escuchando antes de que estén listos para hablar de su propia experiencia, por lo que no se les debe de presionar para hacer algo que no quieren.
La Terapia de Grupo ayuda a las personas a identificar la conducta inapropiada, a verse a sí mismos y sus comportamientos con mayor claridad. Ayuda con dificultades emocionales a través de la retroalimentación y ofrece un ambiente de apoyo. En el caso de las personas con Fibromialgia las ayuda a sentirse menos aislados y ver que hay personas que están pasando por lo mismo y que entienden la enfermedad.
Escuchar tu historia en las palabras de otro puede ayudar a salir adelante. Las personas con Fibromialgia son propensas a la depresión y pueden sentirse muy vulnerables y aislados. El salir de casa y hablar con otras personas es siempre útil y en una sesión de Terapia de Grupo puede serlo aún más. Conocer a otras personas que atraviesan problemas similares y discutir los mecanismos de adaptación puede ayudar mucho. También puede encontrar que impartir su propio consejo ayude a aumentar su sentido de autoestima. Las personas con Fibromialgia suelen empeorar sus relaciones sociales a causa de los dolores, la Terapia de Grupo puede ayudarles a mantener relaciones. Estar con otras personas de forma regular puede ayudar a desarrollar habilidades interpersonales y sociales. También el reunirse con otras personas que luchan contra la Fibromialgia puede ayudar a sentirse menos solos. Al escuchar como otros hacen frente a sus problemas, incluyendo consejos prácticos que puede no haber pensado, puede ser también muy interesante.