Mitos y realidades acerca de la fibromialgia

La fibromialgia ha estado en el foco de interés científico desde el primer momento en que fue definida allá por los 90. De hecho, desde los últimos años se suelen publicar en torno a 400 artículos científicos al año.

Si bien es cierto que aún falta muchísimo por comprender, si comparamos con la información que había hace 20 años, se conoce más acerca de la enfermedad. Pero a pesar del conocimiento existente, muchas veces triunfan ideas erróneas, mitos o prejuicios que, de una forma u otra, no hacen bien alguno a los pacientes.

En este artículo se citarán algunos de esos mitos, contraponiéndolos a hechos o realidades desde el conocimiento científico. Se seguirá la información de los nuevos criterios diagnóstico del Colegio Americano de Reumatología de 2016, las guías más recientes sobre el abordaje médico de la fibromialgia y aquellas investigaciones más relevantes. Algunos mitos o falacias acerca de fibromialgia

  • La fibromialgia es un diagnóstico de exclusión y requiere del examen de los puntos gatillo. Esto es falso. Según los nuevos criterios diagnóstico de 2016, ya no se requiere de la palpación digital de puntos sensibles (puntos gatillo). En concreto, se evalúa la presencia de dolor en distintas áreas reportado por el paciente (a través de un cuestionario autoadministrado) y la presencia de síntomas como dolor de cabeza, dolor abdominal y depresión, así como la severidad de síntomas de fatiga, sueño no reparador y problemas cognitivos.
  • La fibromialgia es una depresión enmascarada. Si bien es cierto que, como anteriormente se apuntó, uno de los síntomas que se puede presentar es la depresión, no todos los pacientes tienen este síntoma. De hecho, no es imprescindible para su diagnóstico. La prevalencia de trastornos depresivos crónicos en pacientes con fibromialgia oscila entre el 40% y el 80% de los mismos.
  • La fibromialgia es una enfermedad de mujeres de mediana edad. Contrario a este mito, la fibromialgia se da en todas las culturas y en todas las edades (incluso en niños). Aunque es cierto que con los criterios diagnósticos antiguos de puntos gatillo la mayor parte de pacientes eran mujeres, ahora con los nuevos la proporción de hombres que se diagnostican de fibromialgia es mayor (un hombre con fibromialgia por cada 1-2 mujeres).
  • Diagnosticar la fibromialgia no ayuda ni a pacientes ni a médicos. A pesar de que es cierto que el estigma hacia los pacientes hace que estos últimos rechacen en algunas ocasiones su diagnóstico, se ha visto que diagnosticar fibromialgia en aquellos que cumplan los criterios reduce la ansiedad generada por la incertidumbre de no saber qué le sucede y el peregrinaje por especialistas o pruebas médicas.
  • La fibromialgia no existe. Habrá escuchado muchas veces aquello de que “lo suyo es psicológico”, o dudas acerca de la realidad de su dolor. Aunque sí es cierto que el factor psicológico es importante en todas las enfermedades, la fibromialgia es una realidad y no una ficción, en tanto que la experiencia de dolor existe. Como dijo Ortega y Gasset, mi dolor de muelas sólo a mí me puede doler, esto es, otros no pueden saber lo que a mí me duele en tanto que no están dentro de mí.
  • ”Se ha descubierto la cura de la fibromialgia”. Peligrosos mensajes como éste circulan por internet y redes sociales, divulgados por estafadores o charlatanes de turno que prometen falsas curas o remedios infalibles que no tienen fundamento científico alguno y que el único bien que hacen es al bolsillo de éstos. También hay que decir que en algunos casos estos remedios pueden “funcionar”, aunque por efecto placebo ( que es aquella mejora de algún síntoma no atribuible al efecto directo de un fármaco sino a la propia sugestión; este efecto se puede dar en todas las personas). Pero en otros casos estos “remedios” pueden tener efectos perjudiciales para la salud por intoxicación de la sustancia, o porque alejen a la persona de aquellos tratamientos que sí son realmente efectivos.

Algunos consejos frente a las falacias:

  • Siga las recomendaciones de profesionales cualificados y tenga mucho cuidado con lo que circula por internet y con los falsos “expertos”. Si usted quiere aprender a llevar unos hábitos o alimentación más apropiados para su enfermedad siga los consejos. Como bien sabe, la fibromialgia es una enfermedad crónica. Aunque puede ocurrir que consejos de su médico, nutricionista o profesional sanitario cualificado.
  • Durante un periodo de tiempo los síntomas mejoren, pueden volver en cualquier momento. Así que no dude en dudar de quien le prometa la cura definitiva de la fibromialgia. A día de hoy, desafortunadamente no se conoce cura para la fibromialgia.
  • Según algunas guías de abordaje clínico de la fibromialgia, los tratamientos que mejores resultados tiene son la práctica de ejercicio aeróbico (adaptado a las características y severidad de la enfermedad e introducido de forma progresiva), la terapia psicológica, la educación sobre la enfermedad y mejora de hábitos, y determinados fármacos administrados de forma puntual.
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